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08 agosto 2023

Helados e infancia: ¿es saludable que los niños y niñas los coman?

No todos los helados son iguales. Cuando hablamos de helados es importante distinguir si su ingrediente principal es la leche (por ejemplo, el helado de yogur natural) o el agua (por ejemplo, los sorbetes y helados de agua). Los helados que como ingredientes principales contienen leche o yogur aportan un alto valor nutritivo para los niños y se pueden disfrutar con moderación como postre de la comida o cena o como merienda. Toma nota del valor nutritivo de los helados para los niños, cuáles son más recomendables y cuántos se pueden tomar.

¿Qué valor nutritivo aportan los helados?

Los helados a base de leche o yogur son productos altamente energéticos y nutritivos, ya que aportan grasas animales, proteínas de calidad, azúcares (15-30%), minerales (calcio, fósforo, magnesio y potasio) y vitaminas (A, B2 y B6).

Cabe destacar que la cantidad de calcio que tienen los helados es importante (entre 100 y 150 mg por cada 100 g). Esto hace que sean una opción interesante para los niños en edad de crecimiento e incluso en niños que comen poco y necesitan tentempiés muy nutritivos con poco volumen.

Si los helados elaborados con leche llevan además nata, chocolate, galletas, fruta o frutos secos, esto incrementa su valor energético.

Sin embargo, los sorbetes y helados de agua tienen un menor valor nutritivo, ya que solo aportan agua y azúcar (20-30%).

¿Hay algún helado que sea más recomendable para los niños?

Los helados elaborados a partir de leche son más nutritivos para los niños que los helados a base de agua. Los más nutritivos para los niños son los que contienen más leche, como los helados de yogur natural. Pero hay que tener en cuenta que, a diferencia de la leche, los helados van acompañados de más calorías y grasa, por lo que su consumo debe ser moderado. La opción ideal son los helados que contengan la menor cantidad posible de ingredientes.

Un buen momento para tomar un helado es a la hora de la merienda o de postre el fin de semana. Como otros derivados lácteos como el flan y las natillas, los helados deberían ser un postre ocasional, ya que la primera elección siempre será la fruta.

Una opción saludable de consumir los helados es acompañarlos de fruta fresca de temporada, por ejemplo, un cuenco de fruta recién cortada y una bola de helado. Para las familias que quieran explorar otras opciones, os recomiendo mezclar el helado con diferentes frutas de temporada y consumirlo directamente o dejarlo en congelador varias horas.

Es un mito que los helados provocan caries, puesto que la lactosa o azúcar de la leche es muy poco cariogénico en comparación con la sacarosa (azúcar de mesa) y la fructosa (azúcar de los caramelos). Por otra parte, la textura sólida de los helados y su baja temperatura favorecen la salivación que nos protege de la caries.

¿Cuántos helados pueden tomar los niños en verano?

El consumo recomendado de lácteos al día es de 2 raciones hasta los 7 años, 2-3 raciones de 7 a 12 años y 3-4 raciones durante la adolescencia. Si un niño lleva una alimentación equilibrada y tiene un peso normal, puede comer hasta 2 o 3 helados por semana.

Pero si el niño tiene exceso de peso, diabetes o sigue una dieta con un bajo contenido de colesterol y triglicéridos, entonces tendrá que limitar su consumo a 1 o 2 helados al mes.

La forma de consumir los helados también importa. Es mejor que los niños dejen que el helado se deshaga un poco en la boca antes de tragárselo y lo disfruten poco a poco para que no les irrite la garganta ni les provoque un dolor de cabeza momentáneo debido a la baja temperatura del helado.

Andreu Prados. Farmacéutico, dietista-nutricionista y doctor en comunicación científica en nutrición.

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