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13 marzo 2020

Yogur y fruta: una combinación ganadora para tu salud

Seguro que has escuchado hablar de la importancia de las hortalizas y frutas, los alimentos farináceos, los lácteos y la carne, el pescado y los huevos como parte de una alimentación saludable.

 

¿Sabías que, en algunos países como Canadá, los científicos plantean incorporar los alimentos fermentados como un nuevo grupo de alimentos en la pirámide nutricional?

 

El yogur: un alimento vivo con un valor nutritivo superior al de la leche

 

A pesar de que ahora los alimentos fermentados estén de moda, esto no significa que sus efectos beneficiosos para la salud estén demostrados científicamente.

 

De hecho, el yogur y las otras leches fermentadas, como los bífidus, son los únicos alimentos fermentados que cuentan con estudios en humanos que han demostrado sus efectos beneficiosos para la salud digestiva y para reforzar las defensas.

 

Además, las bacterias de los lácteos fermentados transforman la leche de partida en un producto de fácil digestión, apetitoso y más completo en cuanto a vitaminas y minerales.

 

Combina el yogur con fruta de temporada para cuidar tus defensas

 

¿Cómo te gusta tomarte el yogur? La verdad es que cualquier forma de consumirlo es válida: ya sea solo, como postre de una comida principal o acompañado de una pieza de fruta.

 

Una combinación especialmente saludable es consumir el yogur acompañado de una pieza de fruta (si es de temporada, mucho mejor).

 

Fíjate.

 

Esto se debe a que las bacterias vivas del yogur necesitan estar bien alimentadas para hacer sus funciones. Y su comida favorita es la fibra que se encuentra en los alimentos de origen vegetal como la fruta.

 

De modo que, si optas por comerte un yogur junto con una pieza de fruta, conseguirás potenciar las propiedades saludables de ambos alimentos.

 

La fruta es rica en fibra, que favorece que las bacterias del yogur y los bífidus lleguen sanas y salvas a tu intestino y, una vez allí, promueve su crecimiento.

 

Por otra parte, el yogur es una fuente de calcio, proteínas y vitaminas y minerales que necesitamos en pequeñas cantidades, como las vitaminas del grupo B, la vitamina D y el zinc.

 

Aunque tengas el colesterol elevado o sobrepeso, puedes escoger el yogur natural, ya que las grasas saturadas que te aporta no afectan a los niveles sanguíneos de colesterol y, además, disminuyen tu sensación de hambre.

 

Manos a la obra: ideas de recetas fáciles y sanas con yogur

 

Si no estás inspirado, comparto contigo tres recetas con yogur para que lo combines con alimentos ricos en fibra:

 

 

  • Un bol con dos yogures naturales, una naranja cortada en dados y una pizca de canela o cacao en polvo por encima. Es una combinación especialmente adecuada para tu desayuno, ya que te aporta una ración de lácteo y una pieza de fruta que te permitirá empezar la jornada con energía.

 

  • Un yogur con una cucharada sopera de semillas de chía. Es un aperitivo saludable ideal para cualquier momento del día. Si dejas en remojo las semillas de chía con el yogur durante unos 5 minutos podrás beneficiarte de las propiedades de la fibra de la chía, que ayuda a evitar el estreñimiento, aporta saciedad y es fermentable por tus bacterias intestinales.

 

  • Una ensalada tropical con yogur. Esta opción sirve tanto de primer plato de tu comida o cena, como incluso de plato único, si le añades una ración de alimento proteico (por ejemplo, una pechuga de pollo, una lata de atún o un huevo duro).

Ahora ya tienes más motivos para incorporar el yogur como alimento de consumo habitual en tu alimentación. Si además lo acompañas de una ración de fruta, semillas o frutos secos, ¡mucho mejor para tu salud y la de tu macrobiótica intestinal!

 

Andreu Prados. Farmacéutico y nutricionista especializado en comunicación científico-médica.

 

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