El proyecto de horticultura ecológica de La Fageda ya dispone de una nueva herramienta para el control de plagas. Se trata de un hostal para insectos que ofrece diferentes estancias personalizadas y adecuadas para cada animalito y que atraerá a depredadores de pulgones, orugas y otros organismos que dañan los cultivos. ¿Es este hostal una alternativa real al uso de pesticidas y químicos? ¿Cuantos insectos podrá acoger? ¿También podrán hibernar? ¿Cuales son las plagas más perjudiciales para nuestros cultivos? Os lo contamos a continuación.
El Rebost de La Fageda, el huerto que ocupa a personas que necesitan un acompañamiento elevado y una actividad sin demasiada presión, trabaja siguiendo el modelo de agricultura ecológica. Ni la tierra recibe abonos químicos ni las plagas son atacadas con pesticidas. ¿Pero como se actúa, por ejemplo, ante la proliferación de los pulgones?
Los pulgones son unos pequeños insectos de un tamaño máximo de 3mm y de color verde, blanco, rojo y negro que succionan la savia de las plantas y se reproducen muy rápido. Los podemos encontrar por ejemplo en los tomates, las lechugas y las berenjenas. Desde hace unos días, también están presentes en nuestras acelgas. Con la llegada de la primavera proliferan y se pueden llegar a convertir en una plaga para el huerto. ¿Cómo frenar su población? Pues una buena manera es incentivar la presencia de otros insectos que se alimenten de estos afídidos. Un ejemplo es la mariquita. El hostal, pues, es una manera de crear un refugio cerca del huerto para que sea nuestra aliada contra el pulgón.
‘Se trata de crear un ecosistema en equilibrio. Y los insectos son necesarios para ello. Les hemos creado un espacio donde pasar la noche, hacer el nido, hibernar y donde podrán desarrollarse las larvas. Y es importante que tengan comida. Por lo tanto, una cierta población de pulgones es necesaria para que estos insectos no se vayan‘, explica Antonio López, responsable de El Rebost.
El hostal tiene diferentes estancias, con texturas variadas. Hay ladrillos, cepas y tiestos invertidos, entre otros materiales, generando así cavidades de diferentes medidas para anidar. Además de habitaciones para mariquitas, habrá otras para avispas, mosca verde, abejorros, ciempiés y santateresas. Son también depredadores de otras especies perjudiciales para los cultivos como orugas, minadores de hojas, mosca blanca, araña roja y trips.
‘El hostal se irá llenando con los años. En la etapa estival ya empezará a haber más actividad y seguramente algunas larvas. Además, algunos de estos insectos también participan en la polinización y por lo tanto el beneficio será doble‘, añade Antonio.
Además de los insectos, también las plantas pueden ayudar a combatir plagas. Hay algunas especies que desprenden aromas que pueden repeler su presencia. Pronto empezaremos a plantar clavel de moro en el huerto. De este modo esperamos que desaparezca gran parte de la población de mosca blanca.
El hostal se complementa con otras buenas prácticas como la apuesta por la calidad del sòl, los abonos ecológicos, la rotación de los cultivos y las sinergias entre plantas. Y todo para disponer de las lechugas, las acelgas, los guisantes, habas, pimientos, pepinos, berenjenas, coles y coliflores más buenas y con más sentido de La Garrotxa.
Si os ha interesado este artículo, no os perdáis los próximos capítulos, donde os explicaremos el tipo de sòl que utilizamos en El Rebost y la forma detallada de rotación de cultivos. Y si venís a visitarnos, podréis echar un vistazo a esta sección del proyecto y os diremos si ya han llegado los primeros inquilinos…
Víctor de Paz, periodista y guía de La Fageda
