Seguramente habrás escuchado que la industria alimentaria cada vez se está esforzando más en reducir el contenido de azúcares de los alimentos y las bebidas. El motivo de peso que hay detrás es que un consumo elevado de azúcares añadidos en nuestra alimentación puede aumentar la presencia de obesidad y las enfermedades relacionadas como la diabetes tipo 2.
Pero vayamos por partes y empecemos aclarando qué tipo de azúcares existen y dónde se encuentran.
Tipos de azúcares y alimentos donde se encuentran
En los alimentos el azúcar se encuentra de dos formas:
–Azúcar intrínseco: es el que forma parte de forma natural de las frutas y verduras enteras frescas.
– Azúcar libre, que incluye:
– Los azúcares añadidos (refinados o sin refinar) a los alimentos o bebidas por la industria alimentaria, los cocineros o el consumidor final.
– Los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los zumos de fruta y los concentrados de zumo de fruta.
La mayoría de azúcar libre que consumimos proviene de los alimentos procesados, como por ejemplo las bebidas azucaradas (denominadas erróneamente “refrescos”), los cereales del desayuno y los productos de bollería y repostería.
Recomendaciones de ingesta de azúcares añadidos
De los dos tipos de azúcares, el consumo de azúcar libre es el que se ha relacionado con un mayor riesgo de tener caries y enfermedades crónicas como la obesidad, mientras que un mayor consumo de frutas y hortalizas (con azúcar naturalmente presente como parte de la matriz del alimento) se relaciona con un menor riesgo de obesidad.
Es por este motivo que la Organización Mundial de la Salud recomienda que, tanto para los niños como para los adultos, el consumo de azúcares libres no debería superar el 10% de la ingesta calórica total (idealmente un 5%).
Teniendo en cuenta que la digestión y absorción del azúcar aporta 4 calorías por gramo, un adulto con una alimentación de 2.000 calorías diarias debería limitar su consumo de azúcares libres a 50 g diarios, que equivale a 5 cucharadas soperas o 10 cucharadas de café.
En niños, la Asociación Americana del Corazón recomienda no superar la ingesta de 25 g de azúcar al día (5 cucharadas de café) y evitar dar azúcar a los niños menores de 2 años. Sin embargo, el consumo de azúcares añadidos en población pediátrica sería seguro dentro del contexto de una alimentación saludable y, en el caso de consumirlos, se recomienda hacerlo a través de alimentos con una elevada calidad nutricional, como son por ejemplo los yogures.
El caso particular del yogur
En los yogures no todo lo que aparece como azúcares en la etiqueta son azúcares añadidos. El contenido medio en azúcares totales de un yogur es la suma de los azúcares intrínsecos (la lactosa que proviene de la leche) y los azúcares añadidos (presentes en los yogures naturales azucarados).
Un yogur natural contiene de partida entre un 4-6% de azúcares naturalmente presentes en el alimento en forma de lactosa.
La cantidad de azúcares añadidos del yogur es la diferencia entre los azúcares totales declarados en la etiqueta y el contenido de lactosa, que para cada envase de yogur de 125 g puede oscilar entre 5 y 7,5 g. Así, mientras que un yogur natural no contiene azúcar añadido, el contenido de azúcares añadidos de los yogures o leches fermentadas azucaradas puede variar entre 6-15 g de azúcares por envase, dependiendo de la marca.
Acciones de La Fageda para reducir la cantidad de azúcares añadidos a los yogures
Comprometida con la salud y bienestar de las personas, este verano La Fageda ha reducido los azúcares añadidos en 9 de sus yogures: el yogur natural azucarado, los yogures con sabores, los tres yogures para beber, el yogur griego azucarado y el yogur griego con sabor de fresa.
Aquí os recordamos todos los detalles de la acción.
https://www.fageda.com/es/blog/en-benefici-de-la-salut-reduim-el-sucre-afegit-als-iogurts/
Autor: Andreu Prados. Farmacéutico y nutricionista especializado en comunicación científico-médica.