Este 2019 se cumplen 25 años de la entrada de nuestros yogures en el mercado de la gran distribución, o sea, a estar presentes en las estanterías de los comercios.
Un año antes, La Fageda emprendía la aventura de elaborar yogures, cuyo destino era primordialmente grandes hospitales y por tanto, los consumían los pacientes de estos centros. No fue hasta un año largo después, que los yogures empezaron a ser visibles en los lineales de las grandes superficies. Dar este salto, la voluntad de ir a parar a las neveras de los hogares, se presentaba trascendental para lograr consolidar el proyecto, y tan trascendental y necesario como difícil y complejo.
En 1994 la marca La Fageda hacía su debut en primera división.
¿Resultó muy difícil lograr este reto? ¿Qué garantía había que a pesar de estar presentes en los lineales de los comercios unas manos decidieran estirar el producto y llevárselo a casa? ¿Qué impacto psicológico supuso para la gente de La Fageda dar este paso? ¿Y una vez en el gran consumo, como se promueven para darlos a conocer?
Para responder a estas preguntas deseamos compartiros este momento clave de nuestra historia, que fue un auténtico punto de inflexión. Y lo hacemos con uno de los capítulos del libro Historia de una locura. Se titula «Esto no funcionará«. Por suerte, lo que no funcionó fue el presagio.