Blog
30 noviembre 2021

“Trabajamos y además, disfrutamos de lo que hacemos”, Enric Estarriola, coordinador de la sección de jardinería de La Fageda

“Soy un pájaro de bosque”, afirma Enric Estarriola al llegar a las oficinas de La Fageda. Salimos a pasear por el jardín y a hacer fotos. Enseguida me doy cuenta: el aire libre es su ambiente. Va de arriba a abajo, levantando y tocando las hojas, contemplando los árboles… Se siente libre, a gusto y desprende un gran aprecio y respeto por la naturaleza.

 

Enric Estarriola, en los jardines de La Fageda.

 

Hace 17 años que trabaja en la sección de jardinería. Para él, La Fageda es una forma de entender el mundo. Ha aprendido una nueva concepción del oficio de jardinero: ir más allá de la productividad y centrarse en las personas que hacen posible los resultados.

 

“¡No se os ocurra ponerme en un espacio cerrado, acabaríais conmigo!”, dice bromeando. Por suerte, lo he podido mantener un rato en una sala de reuniones para conocerlo más a fondo. Os presentamos una persona inquieta profesionalmente, pero sobre todo, hoy descubrimos la parte más humana de Enric Estarriola.

 

Empezaste a trabajar en la hostelería y de allí, saltaste a jardinería. Qué gran cambio…

De joven no valoré los estudios y con 16 años, fui a trabajar. Me introduje en el mundo de la hostelería, haciendo de camarero, ayudante de cocina, cocinero… Quería estudiar en la Escuela de Hostelería y Turismo de Girona, pero no entré. Entonces, un compañero, que trabajaba de jardinero, me dijo que buscaban gente y me lancé a la piscina.

 

El mundo de la cocina me gustaba, a pesar de que lo veía sacrificado. Son dos ámbitos muy diferentes, pero los humanos tenemos una gran capacidad de adaptarnos. Más tarde, conocí La Fageda porque colaboré con ellos en un proyecto. Mostré interés y pasados unos años, hice una entrevista y entré en la sección de jardinería.

 

Y una vez dentro de La Fageda, ¿viste la necesidad de formarte en jardinería?

Ya tenía la experiencia, pero me faltaba la teoría. Mientras trabajaba en La Fageda, me saqué la ESO y un ciclo formativo de grado medio de jardinería. Me facilitaron mucho las cosas para compaginar trabajo y estudios. Iba a la Escuela Agraria Forestal de Santa Coloma de Farners a hacer clases de arte floral y el resto de asignaturas, las hacía en el INS La Garrotxa de Olot, donde aprendíamos los tipos de tierras y abonos, como gestionar una empresa…

 

Muchos domingos me quedaba estudiando en casa. Mi familia también me dio mucho apoyo. Lo recuerdo como una época muy bonita. No fue fácil, pero era un reto que me había marcado y me siento muy orgulloso, porque lo hice por iniciativa propia. Ahora me planteo hacer un ciclo formativo de grado superior, tengo ganas de seguir aprendiendo.

Enric Estarriola, en el comedor de La Fageda con unos compañeros.

 

Durante los últimos 3 años has asumido nuevas responsabilidades en la sección de jardinería. ¿Cómo afrontas este nuevo reto en la casa?

Entré en La Fageda como monitor de jardinería. Los inicios fueron difíciles. Pasados unos años, se creó una estructura horizontal con un responsable de sección, David Soler, y 2 bloques. Uno de ellos es el que coordino yo y llevamos uno de nuestros principales clientes, el Ayuntamiento de Olot. El otro grupo hace particulares, empresas y otros ayuntamientos de La Garrotxa. Les agradezco mucho la confianza que depositaron en mí en aquel momento.

 

¿Fue uno de tus mejores momentos en La Fageda?

Sin duda, fue un gran reconocimiento. Siempre afrontamos los cambios con miedos, nos planteamos si se estará a la altura, pero estoy muy contento con el resultado. También me animó mucho que el otro coordinador fuera Albert Bau, una persona con la que me sentía muy cómodo, aprendimos mucho el uno del otro y nos complementábamos. Le estoy muy agradecido.

 

Antes comentabas que los inicios en La Fageda fueron complicados. ¿Por qué?

Se juntaron varias casuísticas: problemas personales y adaptabilidad a un trabajo diferente donde no solo había la parte productiva, sino que también tenía que aprender a entender a las personas con las que trabajaba. En La Fageda se hace un gran acompañamiento y se dan muchas herramientas a los nuevos monitores. Quiero hacer un reconocimiento especial a David y a todo el equipo porque me ayudaron mucho. Si en aquel momento no me hubieran guiado, no habría durado ni 15 días. Lo recuerdo con mucho afecto.

 

Y ahora, ¿cómo es tú día a día?

Coordino los trabajos de mi bloque. Los viernes hacemos una hoja de programación de la siguiente semana, indicando el monitor, vehículo, equipo de trabajo y tareas. Jardinería es un trabajo condicionado por las estaciones. Tengo la suerte de vivir en Olot y siempre llevo la libreta encima para anotar temas a mejorar. Esto me ayuda mucho, a pesar de que los responsables de equipos también supervisan y tenemos un programa informático que nos va avisando.

 

Hago la planificación un día a la semana y los otros 4 días, dirijo un equipo de trabajo formado por 4 monitores y 16 personas en situación de vulnerabilidad y vamos a hacer el trabajo de campo. Entre medias, también hago de enlace con los clientes y con el equipo sociolaboral de La Fageda. Cuando tengo muchas reuniones, organizamos brigadas auxiliares de apoyo. Mi principal función es asegurar que el trabajo y el equipo funcionen bien.

 

La sección de jardinería de La Fageda en 2020, cuando estrenaron una nueva sede que adquirimos en el barrio de Sant Roc de Olot.

 

¿Por qué tendríamos que contratar el servicio de jardinería de La Fageda?

No nos tienen que elegir exclusivamente porque seamos un proyecto social. La razón principal para contratarnos tiene que ser porque hacemos el trabajo bien hecho. Estamos trabajando para ser muy competitivos, puesto que el mercado está formado por empresas muy fuertes.

 

La sección de jardinería ha recibido varias distinciones. ¿Qué supone para vosotros?

Personalmente, me hizo mucha ilusión cuando el Ayuntamiento de Olot obtuvo las 4 flores de honor, el máximo galardón de Viles Florides. Nos sentimos muy identificados y se nos felicitó y agradeció nuestro esfuerzo.

 

¿Cuáles son los puntos más importantes que se tienen que tener en cuenta a la hora de acompañar a personas en situación de vulnerabilidad?

Uno de los puntos fuertes de jardinería es trabajar al aire libre y estar en contacto con la naturaleza, porque es muy terapéutico. Es crucial ser sincero, hablar claro, escuchar, acompañar, empatizar y reconocer su trabajo. Se les tiene que transmitir que somos un equipo y tenemos que enseñarles el oficio de jardinero. Ellos evolucionan, crecen, aprenden y se sienten agradecidos. Es increíble, día a día recogemos nuestros frutos.

 

La implicación, compromiso, ilusión y crecimiento de personas de colectivos vulnerables es lo que me ha sorprendido más de La Fageda. Me hace muy feliz ver que antes los tenías que acompañar y ahora, salen adelante solos. Cuando hay algún problema, actuamos enseguida y lo hablamos, para que lo puedan entender y rectificar. No hay una fórmula mágica, lo que funciona con una persona, no funciona con otra. Se tiene que aplicar el sentido común.

 

Cambiar las flores del suelo o de macetas es uno de los trabajos que realiza el bloque que coordina Enric.

 

¿Qué es lo que te apasiona más de tu trabajo?

Trabajamos y además, disfrutamos de lo que hacemos. También tenemos controversias, pero nuestra teoría es que mañana será otro día y lo haremos mejor. Es un aprendizaje continuo. Como persona y profesional, tengo un reto: cada día ser un Enric mejor.

 

¿Jardinería urbana o forestal, cuál prefieres?

Siempre he vivido más la urbana. De hecho, lo que me motiva más es la jardinería fina, como por ejemplo poder ir más al detalle, hacer vallas perfectas y rectas… Me aporta mucho. Este ámbito tiene muchas problemáticas y vertientes, necesita mucha profesionalidad para saber aconsejar y reaccionar. Por ejemplo, tienes que elegir muy bien el tipo de arbolado para cada calle, hay árboles que son muy voluminosos de raíz y levantan los pavimentos…

Realizando tareas de jardinería urbana, una de las pasiones de Enric.

 

Después de tanto tiempo en La Fageda, debes de tener un montón de anécdotas para explicar…

Al principio de estar en La Fageda, confundía Albert Riera, director de relaciones institucionales, con Cristóbal Colón, presidente. Cuando venía a Santa Pau, me hacía un lío… ¡Me costó identificarlos! Un día, los vi juntos en una reunión y vi claro quién era quién. Me parece que esto le ha pasado a más gente de la casa… ¡Ha, ha!

De izquierda a derecha: Enric Estarriola, Cristóbal Colón, David Soler y Carme Jordà.

 

¡De todo se aprende! ¿Cuáles son los grandes aprendizajes que te ha aportado La Fageda?

He crecido mucho como persona, me ha ayudado a tener más confianza y a entender a los otros. La Fageda ha pasado a formar parte de mí, es una forma de vivir. Me implico mucho, porque me siento responsable y si hay un día que tengo que sacrificar algo, lo hago.

 

¿Cómo definirías La Fageda?

La Fageda es un proyecto social que tiene un producto de mucha calidad, pero que además da respuesta a las necesidades sociales de hoy en día. Por desgracia, tal como evoluciona el mundo, cada vez tendremos que acompañar más gente y es muy positivo que tengamos la capacidad de abrirnos a nuevos colectivos con riesgo de exclusión social. Cómo dice David Soler: “La Fageda es un oasis en medio del desierto”.

 

Siempre has estado en jardinería, pero si no formaras parte de esta sección, ¿dónde te gustaría trabajar de La Fageda?

Por mi manera de ser, me gustaría trabajar al Servicio de Atención al Visitante (SAV). Tiene que ser gratificante dar a conocer y enseñar las instalaciones del proyecto. Además, te permite estar más en el exterior.

 

¿Dónde te encontramos en tu tiempo libre? ¿Cuáles son tus aficiones?

Los fines de semana de primavera y verano, vamos con la familia a un camping en la Costa Brava. Allá tengo un grupo de amigos y vamos en bicicleta. También, tenemos tiempo para hacer alguna cerveza y cocinar un buen arroz. Además, me gusta el Pitch and putt y el pádel, después del trabajo va muy bien poder hacer deporte y desconectar. Durante la primavera, me encanta ir a la montaña a andar. Y por supuesto, en mi tiempo libre hago vida en familia. Tengo dos hijos y una mujer que se merecen todos los reconocimientos.

Enric con su mujer y sus dos hijos.

 

¿Plantas o tienes algún jardín en casa?

Vivo en un piso y tengo algunas plantas en el balcón. Paso ratos regando, sacando hojas secas… Aun así, como dice mi mujer, en casa del herrero, cuchillo de palo.

 

¿Cuál es tu producto favorito de La Fageda?

¡El flan! También me gusta mucho el yogur natural y de vez en cuando, se escapa alguna crema de chocolate, que compro para mis hijos, pero me las acabo comiendo yo. ¡Ha, ha!

 

El año que viene hacemos 40 años. ¿Qué piensas del futuro y de la evolución de La Fageda?

Hemos crecido mucho y no podemos olvidar de dónde venimos. Tenemos que focalizarnos en el proyecto social. Necesitamos la vertiente empresarial para salir adelante, pero siempre tenemos que tener presente nuestra misión: ayudar a personas en situación de vulnerabilidad. La Fageda tiene un futuro impresionante, siempre que seamos capaces de no perder la esencia. Solo viendo cómo avanza la sociedad, está claro que La Fageda jugará un papel muy importante.

 

Todavía eres joven, ¿pero te ves jubilado en La Fageda?

Me gustaría jubilarme en La Fageda. En abril haré 50 años, todavía tengo mucho tiempo. Es verdad que la vida da muchas vueltas. Necesito sentirme a gusto, valorado y trabajar en algo que me guste. Si nunca pierdo la energía o la ilusión que tengo ahora mismo para ser aquí, me lo tendría que plantear. Pero si puedo seguir como ahora, aportando mi conocimiento y teniendo el apoyo de la empresa, estaría encantado de acabar mi carrera profesional aquí.

 

Muchas gracias, Enric. Vamos acabando, ¿te gustaría añadir algo más?

Jardinería ha llegado dónde es ahora gracias al apoyo recibido por parte de todo el mundo. Desde todos los departamentos de La Fageda, pasando por las personas que ya no forman parte del proyecto. Somos lo que somos gracias al esfuerzo de todos.

 

Eva Güibas, periodista. La Fageda.

Forma parte de la comunidad
Suscríbete
Colabora con los proyectos de La Fageda
COLABORA
Síguenos en redes sociales