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05 junio 2018

El modelo de gestión sostenible de La Fageda apuesta por la reducción de residuos.

El día a día de La Fageda implica el consumo y la gestión de un gran volumen de recursos que debemos optimizar y racionalizar. Nuestra política de preservación del medio apuesta por un modelo de gestión sostenible ambiental y económica centrado en reducir, reciclar y reutilizar.

La Memoria de Sostenibilidad 2017 de La Fageda, que recientemente hemos publicado, aporta datos concretos de los diferentes residuos generados -papel y cartón, plástico y desechos- y muestra, con resultados, este compromiso adquirido y por el cual habrá que seguir trabajando y dedicando esfuerzos. Nuestra voluntad se focaliza en reducir el volumen de residuos que generamos y la energía que consumimos por tonelada de producción. Se trata de generar menos residuos haciendo lo mismo.

 

Estos objetivos nos han permitido y en cuanto al consumo de papel y cartón, una reducción respecto al ejercicio 2016 de un 11,3%, pasando de los 25.510 kg generados a 22.630. Esta disminución se debe a diferentes planes de mejora entre los cuales destaca la implantación de las big bags o lo que es lo mismo, la compra al por mayor. Tiempo atrás, materias primas como el azúcar se compraban en sacos de 25 kg y durante el 2017 se comenzaron a adquirir las big bags de 1000 kg, generando un ahorro de 40 sacos de papel en cada compra.

 

En los desechos, la reducción de 2017 en relación al año anterior fue de un 5,7% pasando de 95.810 kg a 90.310 kg. El único incremento registrado se produjo en residuos de plástico, que aumentaron un 4,7%, pasando de los 49.314 kg a 51.633 kg. En todo caso, si tomamos como referencia el índice de kilogramos de cartón, papel y plástico generados por cada tonelada de producción, la reducción es considerable, llegando al 14,1%. Esto significa que mientras en 2016 se generaron 8,4 kg de estos residuos por tonelada de producción, en 2017 la cifra se redujo hasta los 7,2 kg. El aumento considerable de la producción, el esfuerzo de ahorro y una mayor eficiencia son algunos de los motivos que explican este descenso tan acusado.

 

Elegir bobinas de plástico más grandes para la máquina envasadora, diseñar bien el orden de producción y los lotes mínimos de fabricación, y evitar siempre que sea posible paros de la maquinaria en la fábrica de lácteos, son algunas de las acciones que hacen posible una mayor eficiencia.

 

El consumo de energía por cada tonelada de producción también se redujo de forma considerable: un 13,8% en el caso del gas, un 4,3% en electricidad y un 13,6% en biomasa. Debemos tener en cuenta que los datos de 2016 no son del todo representativos dado que estábamos inmersos en un proceso de cambio industrial y durante unos meses convivieron y funcionaron a la vez la fábrica vieja y las nuevas instalaciones, y esto generó más consumo energético. Deberemos pues comparar los datos de 2017 con los de 2018 para confirmar que se consolida esta dinámica de ahorro.

 

Reciclaje

 

Hasta ahora hemos hablado de reducción. Hablemos ahora de reciclaje. Con los residuos generados lo que debemos hacer es mejorar su selección para incrementar así los destinados a reciclaje. Llevamos a reciclar los residuos de papel y cartón, plástico y vidrio generados durante el proceso de producción para que se puedan reutilizar. Ello alarga su ciclo de vida y permite que estos materiales vuelvan a entrar en la cadena de producción. En la finca contamos con compactadores donde se vierten los residuos para reducir su volumen antes de ser recogidos y trasladados hacia la planta de reciclaje.

 

Otras acciones enmarcadas en este modelo de gestión sostenible van ligadas a la energía, materiales, residuos, agua, contaminación acústica y contaminación lumínica. Aprovechar la luz natural, conectar sólo los sectores de luces necesarios, desconectar el reposo de los artículos electrónicos, equipar las lámparas con tubos fluorescentes de alto rendimiento y adaptar la temperatura interior a las necesidades reales del equipamiento, son algunas de las prioridades en cuanto a energía.

 

El índice de quilos de cartón, papel y plástico generados para cada tonelada de producción de yogures y postres, bajo un 14,1% el 2017 en relación con 2016.

 

Para reducir el consumo de papel queremos potenciar el formato electrónico de los documentos y trabajar con dos pantallas para evitar la impresión de papeles innecesarios.

 

También es un reto reducir el consumo de agua y una de las maneras de hacerlo es ajustando la descarga de agua de los equipamientos sanitarios por ejemplo con el sistema de doble pulsación e instalando sistemas reguladores de caudal en grifos, inodoros y duchas.

 

Controlar los niveles de sonido de todas las dependencias, instalar sistemas de insonorización y aislamiento de los espacios con equipos ruidosos y adquirir equipos que generen menos ruido nos ayudará también a disminuir la contaminación acústica.

 

Para la preservación del medio natural más próximo y dada nuestra ubicación física en un espacio protegido por ley, como es el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, aplicamos medidas contempladas en la Carta Europea de Turismo Sostenible y promovemos un plan de movilidad para que los trabajadores compartan vehículo a la hora de desplazarse al trabajo.

 

Victor de Paz, periodista y guía de La Fageda

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