Àngel Codinach Comas es un trabajador de La Fageda y forma parte, desde hace unos años, de la sección de yogures. Sus compañeros conocemos su faceta solidaria y hoy queremos divulgarla como ejemplo de perserverancia. Lleva más de siete años recogiendo tapones de plástico para colaborar con iniciativas sociales y a veces acumula tantos que cuando los deposita en el punto de recogida de Olot no caben dentro del contenedor y los tiene que colocar fuera. Àngel es conocido como Coco, un sobrenombre escogido por él mismo. ¿De dónde procede este mote? ‘Hace años vi que en el carné sanitario ponía Coco, Co de Codinach i Co de Comas. Y me gustó y lo expliqué a la gente. Ahora tanto en La Fageda como fuera me llaman Coco‘.
Un día del año 2012, mientras hacía deporte en un gimnasio de Olot, vió el anuncio de una campaña solidaria y se acercó, interesado en ver de qué se trataba. ‘Vi la foto de una niña que se tenía que operar y que necesitaba unos tratamientos y decía que recogiendo tapones se la podía ayudar. Empecé a guardar todos los tapones de los envases de casa y los llevé al ambulatorio de Olot‘ detalla.
Con el tiempo, esta acción ha entrado a formar parte de su rutina porque ha descubierto que son muchas las personas a las que puede ayudar de esta forma. Y no está solo en esto: ‘Muchos compañeros de trabajo me traen tapones y en la cocina y en el bar del Servicio de Atención al Visitante también me los guardan todos‘.
Coco recogiendo los tapones que le guardan los compañeros de la cocina de La Fageda
A partir de la emisión del documental Utopia Iogurt en el programa Sense Ficció de TV3, él, uno de los protagonistas de este documental, se ha convertido en una persona conocida más allá de La Fageda. Hace unas semanas, una familiar de un miembro de una asociación de personas con trastorno autista se puso en contacto con La Fageda para ofrecerle sus tapones. ‘Contactó con el departamento sociolaboral y nos hizo la propuesta. Se lo explicamos a Coco y se puso muy contento. Entonces quedamos un día y vino hasta aquí para entregarnos una bolsa llena de tapones y los dos se pudieron conocer en persona‘, explica Lídia Pous, psicóloga de La Fageda.
Por lo tanto y como os podéis imaginar, se dirige bien cargado hasta el punto de recogida, ahora ubicado en el supermercado Consum de Olot. ‘Hay un contenedor y a veces yo solo lo lleno. Tengo calculado que caben unas cuatro bolsas llenas pero a veces llevo seis o siete y los dejo en el suelo. Un día hasta llegué a llevar nueve bolsas de golpe‘ comenta. Sus ganas de ayudar lo llevan incluso a fisgonear dentro de los contenedores de envases por si encuentra algunos más. En todo este tiempo no se ha planteado nunca dejarlo y nos dice que espera poder seguir haciéndolo en el futuro.
Coco en una actividad deportiva que compartió con otros compañeros
Además de esta rutina solidaria, Coco tiene otras aficiones como escuchar la radio, hacer deporte y pasar buenos ratos con sus amigos. Uno de ellos es José Luís, quién, después de muchos años en La Fageda, ha decidido dar el salto a la empresa ordinaria para seguir potenciando su autonomía personal. ‘Somos amigos desde que empecé a trabajar aquí. Estoy contento por él porque es lo que quería, y nos seguiremos viendo fuera del trabajo. Normalmente quedamos para cenar, para tomar algo o a veces me invita a comer a su casa‘, explica.
Coco y José Luís en una de las actividades de ocio de La Fageda
Coco tiene 31 años y ya lleva muchos trabajando con nosotros. Ha estado en las secciones de jardinería y viveros y actualmente trabaja en la fábrica de yogures en el turno de mañana. ‘Mi regalo de cumpleaños de cuando hice 16 años fue venir a trabajar aquí. Hice unas prácticas dos años y luego a los 18 ya entré como trabajador. Al principio estuve pintando bancos de parques y barriendo hojas pero no me acababa de gustar. Dije que prefería ir a la fábrica de yogures y ahora estoy contento aquí, no lo quiero cambiar‘.
Deseamos que pueda seguir realizando esta tarea muchos años más.
Víctor de Paz, periodista y guía de La Fageda